Hola querido lector, ya me encuentro de regreso después de unos días de ausencia y de haber dejado descansar un momento la pluma. En esta ocasión, voy a tocar un tema que, como muchos de los que he escrito en este espacio, son resultado de la reflexión después de las pláticas de café con mi esposa Tere, debo mencionar que muchas de las reflexiones se las debo a ella, sin duda, luego me hace preguntas profundas probando que ponga a trabajar la materia gris, por eso, quiero agradecerle de forma pública, ella me ayuda a generar las ideas que posteriormente se ven traducidas en estas columnas y claro, esta semana no será la excepción.
Hoy quiero hacer un intento de ejercicio, plasmando algunas ideas sobre la sustentabilidad, concepto que no es nada nuevo, prácticamente tiene poco menos de mi edad, yo tengo 41 años, el concepto alrededor de 37, este surge en la comisión Brundtland, la cual fue creada en la Asamblea General de las Naciones unidas y en 1987, está comisión define a la sustentabilidad como el proceso de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer los recursos y habilidades para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras.
Ya teniendo una definición de sustentabilidad, con el correr del tiempo se desarrolla la idea que para lograrlo se deben considerar tres aspectos, por un lado lo económico, es muy importante seguir generando riqueza, por otro lo social, es importante el desarrollo de las personas y lo ambiental, no podemos generar riqueza y ni desarrollo si nuestro ambiente natural se ve vulnerado. Al unir estos elementos, es que podemos decir que mantendremos los recursos a salvo, para que las siguientes generaciones, puedan disfrutar de este planeta.
Después de explicar de forma muy reducida el concepto de sustentabilidad, me surge la pregunta ¿Realmente en 37 años que hemos discutido el concepto, no hemos puesto en peligro los recursos para que las generaciones futuras puedan satisfacer sus necesidades? Ante la pregunta, mi respuesta es, si, si hemos fallado y puesto en mucho peligro los recursos, cada generación presente, le ha fallado a las futuras, como ejemplo, si iniciamos desde lo económico, hemos vivido muchas crisis, lo que ha generado que la población tenga problemas económicos, esto nos ha llevado a grandes conflictos sociales y ambientales.
Los siguientes datos ayudaran a ilustrar el problema en el que nos hemos metido como especie humana, de acuerdo con cifras del Banco Mundial y de la ONU, alrededor del 7% de la población mundial se encuentran en pobreza extrema, esto significa que viven con $2.15 dólares al día, en pesos mexicanos con un tipo de cambio del 2 de mayo del 2024, significa que viven con $36.39 pesos al día.
La situación no es mejor para nuestro estado, según los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la pobreza extrema en el 2022 asciende alrededor del 13.9% de las personas que vivimos en Veracruz, mientras que el 38.6% de la población vive en condiciones de pobreza moderada, si sumamos el porcentaje de pobreza extrema y el de pobreza moderada, nos da un 52.5% de personas que viven en pobreza, poco más de la mitad de la población estatal, para tener una mejor idea de lo que significa ser pobre, esto equivale a que una familia de cuatro integrantes, su ingreso mensual es inferior a $11,290.80 pesos.
Bajo esta dimensión económica, el sistema no está funcionando para el grueso de la población, financieramente estamos poniendo en riesgo el desarrollo de la generación presente y de la futura, desafortunadamente, la riqueza no se distribuye de forma correcta, como ejemplo esta se concentra en un aproximado del 10% de la población.
Esto genera una serie de problemas sociales, los cuales evitan que se tenga un desarrollo como sociedad, al menos en Veracruz, para el 2020, 65.2% de la población no tiene acceso a seguridad social, el 24.4% no cuenta con acceso a la alimentación nutritiva, y como pueden tener acceso a alimentos nutritivos si entre 4 miembros de familia, tienen en promedio un ingreso inferior a $11,290.80 pesos, después de todos los gastos, queda muy poco para comprar alimentos que cumplan con los requerimientos de nutrición, y el ritmo de vida que llevan tampoco permite cocinar de forma eficiente, normalmente se come lo que se tenga a la mano, unas galletas o unas papas acompañadas de un infaltable refresco y si es de cola, mejor, a esto le sumamos que el 37.8% de la población no cuenta con acceso a los servicios básicos en la vivienda, sea agua, drenaje, luz y gas. El no estar alimentado de forma nutritiva, los esfuerzos físicos que se deben hacer para vivir, las mal pasadas, provocan con el tiempo enfermedades, y no tenemos forma de atenderlos, ya que el 31% de la población no cuenca con acceso a servicios de salud, esto obliga a acudir a un médico particular, y bueno, todos sabemos lo caro que son las consultas y los medicamentos.
Sin duda, estos problemas económicos provocan una serie de problemas sociales, como la inseguridad, conflictos, marginación, una educación deficiente, ya que no se invierte lo necesarios para educar a la población que vive en las zonas más pobres, viviendas que son adecuadas para dar seguridad a sus habitantes, esto también es un generador de violencia (aclaro que no es la única, pero si una muy importante), dentro otras cosas. Lo antes expuesto, también se ve reflejado en el ambiente, por un lado, con un sector de la población y la industria que vive en la abundancia consumiendo recursos naturales de forma voraz y por el otro, colonias y pueblos sin acceso a recursos naturales básicos como agua limpia y áreas verdes.
La actual forma de desarrollo ha provocado que el estado de Veracruz, como ejemplo de acuerdo con la CONABIO, ocupe el lugar 31 en poder mantener condiciones de sustentabilidad en el proceso de generación de bienes y servicios, sin poner en riesgo el capital natural para futuras generaciones. De toda la vegetación original del territorio, solo conservamos el 25%, estos fragmentos se encuentran en peligro ante el aumento de la agricultura, la ganadería, y los asentamientos humanos, la generación de residuos sólidos urbanos, lo que conocemos vulgarmente como basura, nos está sobrepasando, actualmente se generan alrededor de 7,813 toneladas por día, esto equivale a que veamos formados más de 900 camiones de basura circulando en una carretera todos los días, en la contaminación del agua, si consideramos que Veracruz tiene alrededor de 19,500 comunidades rurales, menores a 2,500 habitantes, solo es de pensar estas a donde mandan sus sistemas de drenaje, todos estas aguas residuales, llegan a los ríos o arroyos cercanos, contaminando el suelo y los diferentes cuerpos de agua, lo que ponen en riesgo la seguridad hídrica del territorio, el problema no es que no tengamos agua, el problema es no tenerla con la calidad suficiente para consumo humano.
Querido lector, estos números no son muy alentadores que digamos, sin duda como sociedad hemos fallado en mantener la sustentabilidad de nuestro planeta, otro documento que nos dice como andamos en materia de sustentabilidad, es la agenda 2030, documento del que se habla mucho y poco se sabe, busca generar prosperidad para toda la población y tener ecosistemas sanos. Pero de acuerdo con el análisis del pacto mundial empresarial de la ONU, de los 17 ODS que tiene la Agenda 2030 y que se compone por 169 metas, no hemos logrado ningún objetivo, de estas solo un 15% está por buen camino, el 48% tienen un adelanto moderado a bajo y el 37% de plano está estancado o pausado, para ir cerrando, prometo hablar de la agenda 2030 en la siguiente entrega.
Nos falta mucho camino por delante, de eso no tengo duda, pero no debemos bajar los brazos y rendirnos, debemos pensar en cómo mejorar, desde pequeñas acciones en casa y con un comportamiento como consumidor responsable. También es importante estar pendientes de las decisiones de los privados, así como de las autoridades de los diferentes niveles. Si realmente queremos que las generaciones futuras tengan un futuro prometedor, es momento de tomar acciones. Debemos abordar los desafíos ambientales, sociales y económicos con seriedad y determinación. Nos leemos en la siguiente entrega.
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