Por Gonzalo Ortega Pineda.
Hola querido lector, antes de iniciar, me gustaría agradecerte por que al estar frente a cualquier tipo de dispositivo leyendo estas líneas, me estas reglando algo que en lo personal aprecio mucho, y que si, algunos otros no le dan la importancia que se merece, me refiero al tiempo. Gracias por tomarte uno minutos de tu vida y leerme, quiero que sepas que, aunque no nos podamos ver a los ojos, te estoy totalmente agradecido.
Ya pasando este momento de agradecimiento, que en lo personal considero que así se debería iniciar siempre cualquier tipo de reunión, platica o evento, siempre agradeciendo por el tiempo y por estar. Hoy no voy a escribir sobre algún tema relacionado con el cambio climático, agua, desarrollo o sustentabilidad, nada de esos temas que hemos discutido antes, y que hoy son muy pertinentes, pero es más importante hablar sobre la vida, cosa que hemos estado complejizando de más.
En la actualidad pasamos por momentos en los que nos complicamos mucho, sobre todo, queriendo entender todos los procesos que explican los diferentes fenómenos que enfrentamos en el día a día, pero creo que la vida debería ser más sencilla, llego a esta reflexión después de una serie de sucesos personales que movieron algunas fibras muy sensibles, esta idea seguramente no es solo mía, sino que, estoy casi seguro que muchas personas han de compartir esta forma querer ver a la vida, pero es una pena, que debamos pasar por momentos no muy gratos para hacer este tipo de reflexiones, en verdad, estamos llenos de tantos mensajes, de tantas cosas, que nos hacen creer que llevar una forma de vida es mejor que otra, nos hacen pensar en aspiraciones que tienen un trasfondo altamente consumista, que nos incita a comprar cosas materiales, si, se que se siente muy bien cuando compras, pero después se pierde ese sentir.
En algunos otros momentos, el mercado nos incita a adquirir no algo material, pero si lo inmaterial como son las experiencias, estas pueden verse traducidas en los viajes, comidas exclusivas, entre otras cosas. Acostumbrados en la búsqueda de la satisfacción inmediata, no nos percatamos que este estilo de vida no hace nada bien, porque, al parecer solo estamos viviendo para lograr una vida que nos quieren imponer y como dijo en un discurso ante la ONU el Expresidente de Uruguay, Pepe Mujica “se nos va la vida trabajando para vivir, por lo que vivimos para trabajar, no trabajamos para vivir”, dejando de lado muchas cosas que nos pueden hacer más placentera el paso por este mundo, cada uno de ustedes lectores, sabe que cosas les puede generar placer, en lo personal es salir a correr, estar en casa, platicar con mi esposa, son cosas sencillas, nada del otro mundo.
Otro aspecto del que muchas personas empeñan su vida en buscar, es el propósito que de acuerdo con Viktor Frankl, este aporta un significado a nuestra existencia y este también es la responsabilidad que tienen las personas sobre su coexistencia. Responsabilidad una palabra muy fuerte, que normalmente es acompañada del legado que dejaran, también es muy común que se piense en dejar algo para la familia, para la comunidad o quien sabe para quién y de esa forma ser recordado. No sé, en qué momento se generó esa idea del legado y propósito del a vida, creo que es un muy buen discurso, si quieres angustiarte por el qué dirán las personas cuando uno esté muerto
Ante esto, si solo viviéramos, si llevemos nuestra vida sin un propósito claro, pero haciendo bien las cosas, siendo amables, cumpliendo con las responsabilidades, respetando a las otras personas y al medio ambiente, buscando un equilibrio entre lo material, espiritual y el goce, creo que, de esta forma se podrían solucionar muchos de estos problemas complejos a los que nos enfrentamos en día a día, muchas veces se piensa en ser recordado, pero cuando ya no estemos en este mundo, nunca nos enteraremos de lo que otras personas están haciendo con lo que dejamos, así como paso con el guerrillero el Che Guevara, nunca se enteró que su rostro y su historia, fue usada en una campaña de diferentes marcas de ropa, importante mencionar que, estas son altamente capitalistas y concentradoras de riqueza, que usan a la juventud solo para engrosar sus cuentas de banco.
¿Realmente vale la pena buscar un propósito? No estoy muy seguro, pero de lo que si estoy seguro, es que, a la gran mayoría de nosotros no nos recordaran por los bienes que dejemos, a menos que dejaras un museo o algo que pueda ser considerado patrimonio de la humanidad, a la gran mayoría, nos recordaran, por la forma en que tratamos a otros, si fuimos buenas o malas personas, nos recordaran por los momentos que pasamos con otras personas, por los hechos, si con estas acciones las podemos considerar mi legado, que mi propósito en la vida es tener buenos momentos solo o acompañado, ser feliz y hacer feliz a otras personas, ese legado y ese propósito si me gustaría fomentarlo.
Estas reflexiones me hacen pensar que debemos hacer ajustes en la forma de vivir, vivimos en un mundo donde la humanidad tiene todo a su alcance, basta con hacer un clic o un toque si hablamos del celular, queremos tener todo, acosta de nuestra salud, tanto físico como mental, a costa de nuestro propio aislamiento, porque aunque estamos conviviendo con otras personas, estamos aislados, nos han inculcado en no tener interacción con otros, en el salón de clases, a no hablar con el otro, a no discutir con el compañero y mucho menos con el profesor, en los trabajos a no perder tiempo con los colegas, por que dejamos de producir, nos han enseñado que debemos ser productivos, hacer, hacer y seguir haciendo, para dejar un legado, que nuestro propósito en la vida es dejar algo material.
Se nos ha olvidado que el tiempo es nuestro aliado, no un enemigo, es un aliado, porque también nos permite disfrutar de la vida, no todo es luchar por un legado, no siempre y no todos tenemos claro que queremos de la vida. Estimado lector, considero que un buen propósito puede ser disfrutar de lo que tenemos y construimos con el paso del tiempo, no debemos olvidar que también es muy rico no hacer nada y en este acto estamos haciendo cosas muy importantes, como conocernos, escuchar a nuestros pensamientos, así que, dediquemos un rato a no hacer nada. Nos leemos en la siguiente.
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